jueves, 17 de marzo de 2011

Aprendices y maestros

En el borde del abismo, 
Cae un Ángel; 
Un milagro de Dios, 
Un ser que se vuelve mi tentación. 
Viviendo una etapa de esta vida, 
Donde distintos caminos se desprenden. 
Se pone en juego la madurez, 
Y los caminos se disciernen. 
Ángel, que toca mi puerta, 
Me brinda claridad para ver. 
Más allá de la realidad, 
Es lo que quiero ver. 
Me quita los zapatos 
Para poder comprender, 
Lo que es sentir la tierra de la vida 
Con mis propios pies. 
Me enseña la vida tal como es, 
Deja que falle para poder crecer. 
Y entre veros y espacios, quiero decir, 
Que agradezco su compañía fiel. 
Ángel maestro, me deja aprender. 
Me deja enseñarle la vida como es. 
Somos aprendices, somos maestros, 
Con distintos valores, aprendemos a ser. 
                                                                                                                                 2007

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