jueves, 21 de julio de 2011

Palabras de una madre a su hija

Intento de respuestas para volver a soñar...


Mirar las plantas, las flores, la luna, cómo cada día están ahí, bellas, porque sí, sin cuestionamientos, para otros, y siendo parte de una naturaleza misteriosa, pero perfecta que nos abraza y nos espera. Un escenario grandioso que nos invita permanentemente a jugar con sus criaturas casi divinas como los animales, los mares y ríos, los valles y montañas de piedras de colores, los cielos rojos, celestes, de tormenta, grises y negros casi a punto de enfurecerse. También la lluvia y los vientos nos interrogan sobre el porqué de la vida. ¿Estarán todas estas criaturas bellas, perfectas, divinas justo allí, todo el tiempo, algunas inmóviles y otras que aparecen y desaparecen con la luz y la noche, para calmar nuestro dolor humano?
¿Están ahí, presentes, casi eternamente, fuertes, inquebrantables, aún en su repetición viviente, para calmarnos, para soportar nuestros gritos de dolor, de desesperación, de fragilidad?
¿Están ahí, para amarnos en silencio, esperando una mirada de placer, de admiración, de perplejidad?
¿Están ahí en la espera de una gran satisfacción humana, que colme nuestros sentidos?
¿Están ahí para enseñarnos el camino del amar DIVINO?
¿Serán estas criaturas del Universo, que conviven en armonía, los ídolos a imitar; que se ofrecen desinteresadamente para curar las heridas que sangran de los humanos?
En sintonía, con su generosidad acallada, démos las manos tibias, el abrazo fuerte y la palabra tierna para crear la fuerza terca que ellas nos enseñan para vivir juntos los corazones en la máxima armonía. Porque sí, para soñar, que podemos jugar e ilusionarnos con sus imágenes bellas y grandiosas. ¿Serán ellas el espejo de algún Dios creador que nos ofrece en estas pequeñas cosas su gran amor eterno?
Las dudas existirán siempre, pero te ofrezco mi mano, mi ser, mi fragilidad pero también mi amor seguro para mirarnos tiernamente y ser testigos de la ilusión de vivir, y jugar con tantas cosas y ser BELLOS.
La creatividad es tal vez, lo más importante que tiene el humano para intentar la felicidad, "la posibilidad de crear el arte de las palabras, de las formas, de la inteligencia de jugar a ser pequeños dioses, en fín, el ARTE DE AMAR, junto a otros y para otros. De eso estoy segura. He soñado amar a un hijo, y lo he logrado.


Mamá.