martes, 11 de febrero de 2014

Un café

Será que las estrellas dejan un destello de tristeza,
una ilusión a la espera y un corazón,
que anhela ser querido.
Ni el reflejo de mí en el agua puedo ver,
para no darme cuenta que la tristeza está allí,
en mis ojos, semi-abiertos.
Una lucha que no deja de ser constante,
una conocida piedra que me deja caer y caer,
comienza, como una espina, a dolerme.
Y caigo en una laguna de peces desorientados,
que buscan el camino correcto
hacia el fluir de la liberación.
Un café que me mima en la fría soledad,
en el cual busco refugio en su calor,
para sentirme acompañada.
Seré toda mi vida una profeta,
que sólo aquello que perdurará siempre,
es la magia, el juego y el amor.
Sólo quien respete mi forma de ser,
merecerá mi respeto y valor,
antes, la ignorancia.
En la soledad puedo recordar,
que un mundo de fantasías hay en mí
y que nada ni nadie puede reprimir.
Ahora no sólo me acompaña un café,
sino que abraza mi ser,
susurrándome para qué vivo...


2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario